Este día, la Iglesia católica celebra los 107 años del nacimiento de San Óscar Arnulfo Romero, primer santo salvadoreño. Varios feligreses han llegado a visitar su cripta, ubicada en la Catedral Metropolitana de San Salvador, dejando flores y globos.
San Óscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios el 15 de agosto de 1917, mismo día que se celebra la Asunción de la Virgen María. Creció en el seno de una familia humilde.
Yolanda Cornejo, relató que ella conoció a Romero, ya que recibía una formación en una parroquia donde el impartía, las respectivas enseñanzas.
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Vida religiosa de monseñor San Romero
Entre 1931 y 1937 realizó sus estudios en el Seminario Menor de San Miguel, de los padres Claretianos, y en el Seminario San José de la Montaña, con los jesuitas. En 1939 fue enviado a Roma, a completar su formación en Teología, en la Pontificia Universidad Gregoriana.
Tiempo después, el 4 de abril de 1942, lo ordenaron como sacerdote. En 1943 regresó a El Salvador, y lo nombraron párroco en Anamorós, departamento de La Unión. Luego fue párroco de la iglesia de Santo Domingo, y encargado de la iglesia de San Francisco, diócesis de San Miguel.
Años más tarde, lo eligieron como secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador, y luego en el Secretariado Episcopal de América Central. El 25 de abril de 1970 lo nombraron obispo auxiliar de San Salvador.
En 1977, el 8 de febrero, lo designaron como arzobispo de San Salvador, por el papa Pablo VI. En 1980 lo asesinaron mientras celebraba una eucaristía.
Después de varios años, el 3 de febrero de 2015, el papa Francisco reconoció su martirio. San Romero fue beatificado el 25 de mayo de ese mismo año. Finalmente, el 14 de octubre de 2018 fue canonizado por el papa Francisco en Roma, junto a otros seis beatos.
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