En El Salvador, los trabajadores están sujetos a dos recálculos del Impuesto Sobre la Renta en el año. El primero de ellos se realiza en el mes de junio; aquí el agente de retención debe realizar un recálculo, considerando todas las remuneraciones gravadas acumuladas hasta ese mes que hayan sido sujetas a retención o no.
Así mismo, para el primer recálculo, los expertos indican que se acumularán las remuneraciones gravadas obtenidas durante los meses de enero a junio y para el segundo recálculo se acumularán todas las remuneraciones gravadas obtenidas durante el ejercicio o período de imposición.
Al total de retención resultante se le resta la sumatoria de las mismas efectuadas en los períodos mensuales anteriores, es decir, de enero a mayo para el primer recálculo, y de enero a noviembre para el segundo recálculo. La diferencia positiva constituirá el valor a retener en el mes de junio o diciembre, según se trate del primer o segundo recálculo, señalan los expertos. Si la diferencia es negativa, no se retendrá valor alguno en el segundo recálculo.
Este ejercicio tiene como finalidad, verificar que las retenciones que hacen los empleadores sean las correctas, a fin de que se garantice que los empleados no paguen impuestos adicionales al finalizar el ejercicio fiscal.
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Los expertos indican que, en este último recálculo también se incluyen todas las remuneraciones adicionales, como, por ejemplo: vacaciones anuales, pagos de asuetos por días laborados y el aguinaldo que exceda a los $1,100 dólares.
La población dice que se mantiene pendiente, sin embargo, la mayoría consultada, dice no percibir retenciones sobre este impuesto.
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Datos del Ministerio de Hacienda indican que, los ingresos por el recálculo de impuestos de la renta no son significativos para el ministerio. En junio de 2021 fueron $4.2 millones de dólares y en diciembre $1.6 millones de dólares, haciendo un total de $5.8 millones de dólares.
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