Los dientes sanos son importantes para la salud bucal y general de un niño. Desde el momento del nacimiento de los dientes se tienen que prevenir caries. Según los expertos, en los bebés, se deben limpiar la dentadura con un paño suave y limpio o con un cepillo de dientes para recién nacidos.
Video TCS/ Reportaje elaborado por: Wendy Valladares.
Efectos
Los azúcares refinados pueden tener algún efecto en la actividad de los niños. La azúcar y los carbohidratos ingresan al sistema sanguíneo de una manera muy rápida. Por lo tanto, llegan a producir cambios rápidos en los niveles de azúcar en la sangre. Esto puede hacer que un niño tenga más actividad.
En el valor nutricional la glucosa que tienen los dulces es un gran impacto para las neuronas del cerebro y brinda energía, sin embargo esta debe ser moderada porque puede causar muchos desbalances en el cuerpo, hasta causar una obesidad infantil.
Según las recomendaciones nutricionales de los expertos, los niños no deberían consumir más de 25 a 30 gramos de azúcar.
Por otra parte, el azúcar en la boca se convierte en ácido que dura aproximadamente media hora dañando los dientes después de comerlo. Un reciente estudio señala que, los niños que consumen dulces a diario incrementan un 55% el tener que recibir tratamientos odontológicos.
Recomendaciones para una buena salud bucal
- Realizar un cepillado después de cada comida, sobre todo en la noche.
- A partir de los 5 años ya pueden utilizar el enjuague bucal después de cepillarse los dientes.
- Comenzar a usar una pequeña cantidad de pasta dental con flúor a los dos años de edad. Esto se debe consultar con el odontopediatra.
- Consumir alimentos sanos y evitar o limitar los refrigerios con golosinas y las bebidas dulces.
- Programar visitas periódicas al odontólogo.
- Renovar el cepillo de diente cada tres meses.
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