La controversia desatada por el beso en la boca de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso no termina. Gianni Infantino ha sido el último en pronunciarse por lo suscitado en Sídney durante la ceremonia de premiación.
El presidente de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol y Asociados), ente que organiza el certamen, lamentó que el escándalo opacará la coronación de la Roja.
«Este es el último día del mes en el que España se coronó campeona de la Copa Mundial Femenina por primera vez. Lamentablemente, la merecida celebración de estas magníficas campeonas se vio empañada por lo que sucedió tras el pitido final. Y lo que siguió ocurriendo en los días posteriores», escribió en su cuenta de Instagram.
“Esto no debería haber ocurrido nunca. Pero sucedió, y los órganos disciplinarios de la FIFA asumieron inmediatamente su responsabilidad, tomando las medidas necesarias. Los procedimientos disciplinarios seguirán su curso legítimo”, agregó Infantino.
La polémica se aviva día con día
Rubiales fue separado de su cargo como máximo dirigente de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol). Este hecho lo ha dejado sin empleo, sueldo, coche oficial, computadora y celular.
La FIFA estudia el caso antes de brindar un dictaminen final sobre lo ocurrido. «Jenny» alegó que no hubo consentimiento y se sintió agredida. Mientras que Rubiales presentó al ente un video donde se muestra a las jugadoras españolas comentando lo sucedido entre risas.
De momento, Pedro Rocha ocupa el cargo de presidente interino de la RFEF.
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