«El niño de Fuentealbilla consiguió el sueño de ser futbolista», dijo Andrés Iniesta unos instantes después de dejar escapar un mar de lágrimas. No era un día fácil para él. Se despedía de las canchas con 40 años, convertido en una auténtica leyenda.
El mítico dorsal 8 se dirigió a un público que lo disfrutó de sus mejores momentos en el mediocampo.
Tras conseguirlo todo con el Barcelona y la Selección de España, Andrés recordó sus inicios en La Masía hasta llegar al primer equipo. Reconoció que ingresar a un vestuario lleno de figuras «hacía que le temblara todo».
De formar parte de la época azulgrana más dulce, Iniesta manifestó que era algo “mágico” en todo momento.
«Nos lo pasamos muy bien. No solo jugando, entrenando […] era mágico, único. Ver y hacer feliz a nuestra afición, deseando que llegaran los partidos para vernos jugar, lo simbolizaba todo para mí», apuntó.
No dejó pasar la oportunidad para agradecer a los aficionados que le han expresado palabras o gestos de afecto. «Me llevo ese cariño. Los futbolistas pasan, las personas quedan», indicó.
Una nueva puerta se abre para Iniesta
El ahora exjugador aclaró que inicia su formación para convertirse en entrenador, buscando demostrar «orgullo», según sus palabras. «Nos seguiremos viendo», añadió.
Te podría interesar
Y ante la posibilidad de volver al Barça bajo un nuevo cargo, comentó: «En algún momento de mi vida me gustaría […] Creo que las personas que hemos tenido tantos años en este club, deben seguir presentes, si tienen las condiciones. Si sé que puedo hacer lo que hice como jugador con otra función en el club, pues estaría encantado.
Te podría interesar: ¡Exóticos! Con estos outfits llegan a la concentración los jugadores de Francia