Es un episodio de enojo muy intenso, en el cual una persona reacciona de forma repentina, violenta y descontrolada. Este estado, al no controlarse, puede terminar en tragedia.
Según expertos, esta se desencadena por sentimientos, personas, eventos, situaciones o recuerdos. Muchas veces se siente ira por los conflictos en el hogar o trabajo. Cuando se tiene, aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Video TCS/ Reportaje elaborado por: Lidia Magaña.
Algunos niveles hormonales se incrementan, y esto provoca un estallido de energía. Lo que, a su vez, causa que reaccionemos de manera agresiva al sentirnos amenazados.
Se conoce qué no está asociada a ninguna enfermedad en específico, pero puede ser un indicador. Además, la irritación influye en la tensión y en el estado general de una persona.
¿Cómo se controla la ira?
- Piensa antes de hablar, y expresar los sentimientos de forma creativa
- Respire profundo
- Una vez se esté tranquilo, se debe expresar la ira y el motivo del enfado
- Hacer ejercicio
- Tomar un tiempo para reflexionar
- Buscar o identificar posibles soluciones al problema
- Evitar el consumo de alcohol.
¿Cómo identificarla?
- La persona se involucra en discusiones que se salen de control
- Se vuelve violento/a, o rompe cosas cuando se siente enojado
- Amenaza a otras personas.
Los episodios de ira pueden ir acompañados de irritabilidad, aumento de energía, pensamientos recurrentes, hormigueo, temblores, palpitaciones y opresiones en el pecho. Su conducta puede llevar a los gritos, insultos, o incluso, golpes a otros.
Este episodio también es común en las personas que sienten que se enrojecen rápido, sudan, tensan los músculos y respiran de manera más veloz. Esta gente, por lo general, tiene baja tolerancia, y no acepta que las cosas se realicen de forma contraria a lo que ellos dicen.
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