Cuando hablamos de descubrimientos, la imaginación puede volar. Tantas historias que se nos ha contado, que a veces podemos pensar que sí existen algunos seres. Sin embargo, porque no tenemos prueba de ello, siguen manteniéndose como un mito o leyendas urbanas. Por ejemplo, la existencia de una sirena.
En Australia, Bobbi-lee Oates, de 34 años de edad, descubrió osamentas que, según las especificaciones y fotografías que tomó, parecen de un ser mitológico que, como hemos mencionado en el pasado, pueden solo vivir quizá en nuestra imaginación.
Él cuenta que, mientras caminaba por la arena de una playa, pegó contra unas «piedras», según comentó en el relato inicial; sin embargo, no eran rocas, como pensó. Al ir descubriendo lo que se encontraba cubierto por la arena, se dio cuenta de que eran huesos.
Más allá de pensar en un cuerpo humano, la forma del mismo le llevó a dudar bastante de quién o qué era, porque su estructura simula lo que puede decirse que es una sirena.
Como se puede observar en la imagen, a la luz se observa un cráneo, de gran proporción, así como otros huesos que pueden decirse que son costillas.
Ahora bien, si seguimos bajando, es justo ahí donde se pierde por completo la figura tradicional de un cuerpo humano. No existe una cadera o cintura definida, sino un solo cuerpo.
Tampoco se pueden observar donde debe de ser el inicio de las piernas, sino que culmina como que fuese solo una sola pieza de hueso en forma de punta de lanza.
Oates, por su parte, mencionó que lo publicó en un grupo de Facebook de Biología marina. Escribió:
«Tenía un cráneo con forma humana, con una mandíbula alargada y cabello similar al color de una vaca o un canguro, pero le faltaba cabello en muchos lugares debido a la descomposición».
Tras su publicación, por supuesto, comenzaron a surgir diversas teorías sobre lo que él había visto. Pero llegó a oídos de los profesionales.
¿Qué es una sirena?
No es más que una figura mitológica que se encuentra formada por dos tipos de estructuras. Por un lado, puede tener un cuerpo de ave o pez, y el torso de una mujer. Ambos, según se conoce, es la misma.
Ahora bien, la intención de Oaetes era poder descubrir, de manera fidedigna, qué era con lo que se topó en la playa. Tiempo después, sí obtuvo una respuesta.
Rob Deaville, gerente de proyecto del Programa de Investigación de Varamientos de Cetáceos del Reino Unido en la Sociedad Zoológica de Londres, mencionó que puede ser un cetáceo de muy pequeño tamaño, y por eso la forma que tiene.
A pesar de la respuesta que ha obtenido, hasta el momento, el joven asegura que todavía no tiene claro de lo que es.
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