La jueza federal Paula Xinis ordenó el retorno a Estados Unidos del salvadoreño Kilmar Ábrego García, quien fue deportado por error de las autoridades migratorias a El Salvador.
La jueza dictaminó que la administración del presidente Donald Trump actuó forma ilegal al capturar y luego deportar a Abrego García, un inmigrante salvadoreño de 29 años, residente de Maryland, a quien enviaron al Centro de Confinamiento de Terrorismo (CECOT), la mega cárcel de máxima seguridad de El Salvador.
La funcionaria judicial ordenó el retorno a Estados Unidos del salvadoreño antes del lunes 7 de abril.
Agentes de inmigración arrestaron a Kilmar Ábrego García cerca de su casa en Beltsville, en el condado de Prince George’s, el pasado 12 de marzo. Tres días después, las autoridades lo deportaron a pesar de que tenía una orden judicial de 2019 que prohibía su expulsión del país.
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Autoridades reconocen que fue deportado a El Salvador por error
Las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) alegaron en la audiencia que se trató de un «error administrativo» y «un descuido». Sin embargo, aseguraron que la expulsión se llevó a cabo de buena fe con base en la existencia de una orden final de deportación, por «la supuesta membresía de Abrego-García en la pandilla MS-13», explicó un funcionario ante la corte.
Según los documentos que presentó la defensa del deportado, al hombre lo trasladaron al CECOT de El Salvador. Lo anterior viola la protección que se le había otorgado bajo la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura. Esto debido a su temor legítimo de persecución en su país de origen.
Ábrego García llegó a Estados Unidos luego de huir de la violencia de las pandillas en El Salvador, donde la pandilla Barrio 18, rival de MS-13, extorsionaba a su familia por su negocio de pupusas y lo presionaba para unirse a la organización criminal.
En 2019, lo arrestaron mientras buscaba trabajo en Hyattsville, Maryland, tras un informe confidencial que lo vinculaba con MS-13. Sin embargo, sus abogados sostienen que nunca existieron pruebas concretas y lograron que se le exoneraran de las acusaciones.
