Apolo 13, de la NASA, fue una misión tripulada, lanzada al espacio el 11 de abril de 1970. Este día, se cumplen 53 años de su inicio.
La institución ha publicado fotos de los astronautas un día antes de embarcarse en la nave:
«Los 3 astronautas que volaron en el Apolo 13, Fred Haise, John Swigert y Jim Lovell, se ven en esta foto tomada el día antes del lanzamiento #OTD en 1970.
A Ken Mattingly, el principal piloto del módulo de comando, lo expulsaron del vuelo 3 días previos al despegue, después de haber estado expuesto al sarampión alemán«.
El cohete partió del Centro Espacial John F. Kennedy, en Florida, Estados Unidos, y pretendía aterrizar en la Luna, lo cual nunca sucedió, pues un desperfecto habría de poner en aprietos a los tres pasajeros, los astronautas John Swigert, Fred Haise y James Lovell.
Problemas en el despegue
La nota de la NASA dedicada al hecho, narra a detalle lo que vivieron los tres hombres poco después del despegue, y más tarde, en pleno espacio. Las cosas no salieron de maravilla desde un inicio, pues cinco minutos después del despegue, los astronautas sintieron una pequeña vibración.
Luego, el motor central de la plataforma S-II se apagó dos minutos antes de lo planeado. Esto ocasionó que los cuatro restantes se quemaran 34 segundos adicionales a lo esperado, y la tercera plataforma S-IVB se incendiara nueve segundos más de lo previsto. Todo esto con el fin de poner al Apolo 13 en órbita.
«Houston, tenemos un problema»
Sin embargo, a pesar de sortear las primeras peripecias, eso no implicaría que no se presentarían más. 64 horas después del despegue, el 13 de abril, explotó el tanque de oxígeno número dos, del módulo de servicio, lo que provocó que el uno también fallara.
Esto ocasionó un corte el suministro normal de agua, luz y electricidad. En ese momento, estaban a 200,000 millas de la Tierra.
La NASA ha calificado a la misión como «espeluznante»:
«El Apolo 13 se lanzó #OTD en 1970 con poca fanfarria. Pero en el vuelo de la nave espacial a la Luna, un tanque de oxígeno a bordo explotó, transformando el Apolo 13 en una espeluznante tarea de rescate que dependía del ingenio y la determinación de la tripulación, el control de la misión y los ingenieros NASA».
Cuando Swigert vio una luz de advertencia que acompañaba a la explosión, pronunció las icónicas palabras que plasmaron el entretenimiento y la cultura popular de finales de siglo: «Houston, hemos tenido un problema aquí».
Las luces de advertencia indicaban la pérdida de dos de las tres celdas de combustible, que eran la principal fuente de electricidad de la nave espacial.
Además, el tanque uno daba señales de estar vacío por completo, y había indicadores que mostraban que el segundo se estaba agotando de manera veloz.
Drenando oxígeno al espacio
Trece minutos después de la explosión, Lovell miró por la ventana de la izquierda, y vio la evidencia final que apuntaba a una posible catástrofe. «Estamos ventilando algo hacia el… espacio«, informó a Houston.
El receptor Capcom, Jack Lousma, respondió: «Roger, te copiamos desahogándote«. Lovell dijo: «Es algún tipo de gas«. Era gas oxígeno, escapando a gran velocidad del segundo y último tanque que lo guardaba.
Esto obligó al equipo a cancelar el alunizaje, y utilizar el módulo de comando para regresar al planeta.
La NASA ha colgado instantáneas del personal de control de misión en Tierra, que hacían todo lo posible por regresar a los astronautas con bien:
«Desde el punto de vista de un controlador de vuelo, el Apolo 13 fue, muy probable, la misión más frustrante y satisfactoria al mismo tiempo que hemos volado.
Jerry Bostick (segundo desde la derecha, sentado en la consola) fue un FDO durante Apolo 13«.
La causa
El organismo explica que, en una prueba final en la plataforma de lanzamiento, previo a la misión, los calentadores de los tanques de oxígeno se encendieron durante un largo período de tiempo.
Esto sometió al cableado cerca de ellos a temperaturas muy altas (1000 F), que luego se demostró que degradan, de forma severa, el aislamiento de teflón.
El excesivo calentamiento, en última instancia, fue el culpable del estallido.
Los fallos previos
La NASA narra que, en las pruebas anteriores, hechas en los tanques de oxígeno, también se presentaron dificultades.
Pues uno se vaciaba de manera correcta, pero el otro no. Para solucionarlo, aplicaron una técnica específica, que logró disipar el oxígeno que necesitan los astronautas en la nave al estar fuera de la Tierra.
La institución explica que las fallas ocurridas en las pruebas fueron «debido al descuido» al reemplazar una pieza clave subestimada, durante una modificación de diseño. Lo cual dañó, de manera grave, los elementos de calefacción internos del tanque.
A pesar de que la misión Apolo 13 no concluyó como se esperaba, se le calificó de «fracaso exitoso«, por la experiencia adquirida en el rescate de la tripulación:
«Aquí, exhaustos astronautas del Apolo 13 suben a la cubierta del USS Iwo Jima, luego del amerizaje en 1970. La misión se calificó como un «fracaso exitoso», después de que explotara un tanque de oxígeno a bordo«.
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