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viernes, 04 octubre, 2024

¡La Montañona, una reliquia histórica de Chalatenango!

La Montañona es considerada como la mayor reserva ecológica del departamento de Chalatenango, y una de las más importantes de El Salvador.

La Montañona es un Área Natural Protegida que se ubica a 1,700 metros de altura sobre el nivel del mar, en el departamento de Chalatenango. Posee una extensión de, al menos, 2.700 manzanas, repartidas en los municipios:

  • Las Vueltas
  • La Laguna
  • Comalapa
  • Concepción
  • Quezaltepeque
  • Chalatenango
  • El Carrizal
  • Ojos de Agua

En este territorio rodeado de cerros, la naturaleza y la tranquilidad reinan, y permiten desconectarse de las actividades cotidianas. Pero, al llegar al punto más alto, se descubre a una comunidad, en la que viven 23 familias. Las cuales no poseen línea telefónica ni internet.

El señor Fabián López se encarga de dar los respectivos avisos a la gente. Pero la forma de entregarlos es muy distinta, ya que utiliza un artefacto muy especial e histórico.

Video/TCS. Reportaje elaborado por Diana Barillas.

Los lugareños viven ahí después de la Firma de los Acuerdos de Paz. Con el paso del tiempo, la educación de los niños se ha convertido en una de las mayores dificultades, puesto que la pequeña escuela solo abarca hasta sexto grado. 

Video/TCS

Los habitantes realizan diferentes actividades para preservar esta área, ecológica e histórica. Una destacada característica física del lugar, es su función hidrológica.

Dado que forma las vertientes elevadas de recepción de las subcuencas, que descargan al río Lempa y al río Sumpul.

La Montañona

Este territorio también tiene un pasado histórico, dado que, durante la Guerra Civil de El Salvador en los años 80, sirvió como refugio para los miembros de la guerrilla del FMLN.

Aquí funcionó, durante un tiempo, la radio Farabundo Martí, una radiomóvil que tenía el grupo bélico. Cuentan que, para que la Fuerza Armada no la descubriera, escondían la antena dentro de las cortezas de los árboles de pino.

También se encuentran algunos tatús (cuevas pequeñas o refugios subterráneos), que durante el conflicto, servían para esconderse, o curar a los enfermos o heridos en la batalla. Algunos de ellos tienen un metro de ancho, y hay señales de guía para conocerlos.

Imagen: TCS

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