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jueves, 21 noviembre, 2024

La NASA admite que UAP son reales, pero desconoce qué son

En octubre de 2022, la NASA designó un panel de científicos, para analizar los fenómenos anómalos no identificados. Ya emitió su informe.

Se conoció por fin el informe final de un panel independiente de 16 científicos que designó la agencia espacial estadounidense, NASA, para investigar el fenómeno de los objetivos voladores no identificados (rebautizados como UAP, y tratados por la NASA como fenómenos anómalos no identificados) en octubre de 2022.

En una conferencia de prensa, donde estuvo presente el administrador Bill Nelson, el panel explayó sus conclusiones luego de analizar el tema desde el lado científico. Con base a él, la NASA decidió que creará un departamento de investigación sobre UAP, con un director a cargo:

«El informe completo del equipo de estudio independiente del informe de fenómenos anómalos no identificados (UAP) se puede encontrar aquí: https://go.nasa.gov/3EC24rK

Según las recomendaciones del equipo, la NASA nombrará un director de investigación de UAP».

El administrador Bill Nelson admitió que el fenómeno es real, «pero no sabemos qué son»:

Las conclusiones del panel

El panel admite que hasta ahora, en la literatura científica revisada por pares, no hay una evidencia concluyente que sugiera que los UAP son de origen extraterrestre.

Sin embargo, indican que existe una «continuidad intelectual» entre las hipótesis de que civilizaciones extraterrestres construyen tecnologías que pueden ser detectables (por las llamadas tecnofirmas) y la búsqueda de dichas tecnologías más cerca de casa.

No obstante, acotan que en la búsqueda de vida más allá de la Tierra, la extraterrestre debe ser la última opción. «Tiene que ser la respuesta a la que recurrimos solo después de descartar todas las demás posibilidades», se lee.

Añaden que los informes de testigos presenciales, aunque interesantes y convincentes, no son reproducibles, y por lo general se desconoce de la información necesaria para sacar conclusiones definitivas de un fenómeno.

Aclaran que ningún informe puede mostrar evidencia concluyente si antes no se tomaron datos con sensores calibrados.

A pesar de ello, abren la puerta a toda posibilidad, pues señalan que en la actualidad se considera que las tecnofirmas (pulsos y señales emitidas en el espacio profundo y captadas por el ser humano) son las huellas dactilares de una civilización avanzada.

En ese sentido, animan a la NASA a buscar tecnofirmas extraterrestres en atmosferas planetarias, en superficies planetarias o en el espacio cercano a la Tierra.

Para finalizar, recalcan que si se toma en cuenta la posibilidad de que los UAP tengan origen extraterrestre, eso implica que los presuntos objetos deberían haber viajado por el Sistema Solar hasta llegar aquí.

«Así como la galaxia no se detiene en las afueras del sistema solar, el sistema solar también incluye a la Tierra y sus alrededores», dice el informe.

De ese modo, afirman que hay una «continuidad intelectual» entre las tecnofirmas extrasolares, el sistema Solar SETI y la posible tecnología alienígena desconocida en la atmósfera de la Tierra. «Si reconocemos la plausibilidad de cualquiera de ellas, entonces deberíamos reconocer que todas son al menos plausibles«, sentencian.

Por otro lado, apuntaron que una hipotética civilización avanzada podría ser capaz de construir naves que viajen «muchísimo más rápido» que la velocidad de escape de la órbita de la Tierra (45 km/s), o incluso más allá que la de la Vía Láctea (600 km/s).

Recomendaciones a la NASA

Como conclusiones finales, el panel emitió las siguientes recomendaciones a la NASA:

  1. Que la NASA utilice sus recursos de observación de la Tierra actuales o futuros para sondear las condiciones ambientales locales asociadas con el fenómeno UAP que se detecta primero por otros medios. (A fin de descubrir si tienen relación con las ellas).
  2. Mejorar las colaboraciones con la industria de teledetección de Estados Unidos, la cual cuenta con «poderosos» grupos de satélites de alta resolución de observación de la Tierra.
  3. Detectar UAP mediante múltiples sensores bien calibrados. Para hacer esto, la NASA debe ejecutar una rigurosa campaña de detección de datos multiespectrales e hiperespectrales.
  4. Utilizar técnicas sofisticadas de análisis de datos, valiéndose de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
  5. Recomiendan que todo el Gobierno se una a la NASA para estudiar y recolectar datos del fenómeno.
  6. Desarrollar o adquirir un sistema de crowdsourcing, como aplicaciones de código abierto basadas en teléfonos inteligentes, para recopilar datos de imágenes y otros datos de sensores de teléfonos inteligentes de múltiples observadores ciudadanos.
  7. Que aproveche mejor el Sistema de informes de seguridad aérea (ASRS) para los informes de UAP de pilotos comerciales, proporcionando una base de datos crítica para que todo el gobierno pueda comprender los UAP. 

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