Sin duda, El Salvador esconde joyas turísticas poco exploradas, como la “Piedra del Gigantón”, una verdadera maravilla natural de 45 metros de altura, localizada en el distrito de Santiago de la Frontera, Santa Ana Oeste. Esta roca recibe su nombre gracias a sus 45 metros de altura.
«Los antepasados nos contaban a nosotros que aquí era un terreno plano, aquí se cultivaba y conforme los diluvios que hubo, hubo deslaves y se fue derrumbando, derrumbando hasta que quedó la piedra así como la ven ustedes ahorita», narró Juan Sandoval, guía turístico de la zona.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Sofía Shi.
Desde hace muchos años, esta roca se ha convertido en una verdadera atracción para turistas locales. Pero, ¿cuál es el origen de su nombre? Esto se debe a una leyenda peculiar que se ha transmitido de generación en generación.
«Los antepasados le decían el gigantón porque hay una puerta hacia el costado de atrás de donde yo estoy parado y entonces hay una puerta que es inmensa y no se ve la profundidad porque se mira oscuro, pero es ancha, casi de metro y medio de ancha. Entonces ahí los antepasados decían que adentro vivía una persona que, según dicen, entraba en esa puerta, por eso le había puesto la Montaña del Gigantón», expresó Sandoval.
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La «Piedra del Gigantón», un lugar lleno de leyendas y sucesos extraños
Este sitio se encuentra envuelto en misterios, leyendas y sucesos inexplicables, como pasos, según relatan los habitantes de la zona.
«Ya cuando era parte de tarde se sentían pasos como que alguien andaba detrás de uno y cuando uno volteaba a ver no había nada, solamente se sentía aquella presencia paranormal y digamos sentía el escalofrío uno, sentía como que alguien lo iba a agarrar y ya cuando volteaba a ver ya no se miraba nada», indicó Daniel Martínez, residente del sector.
Por su parte, Omar Linares, compartió otra experiencia que vivió en esta misma zona. «Un día estaba descansando cuando sentí que alguien me pegó en la espalda una palmada y pues claro se me engrifó la piel y me puse nervioso y pues lo tomé como cualquier cosita. De repente me arañaron los brazos y la cara y, por cierto, me quedaron grandes arañazos y empecé a oír ruidos extraños, como que árboles se rodaban».
La «Piedra del Gigantón» no sólo es impresionante por su tamaño, sino también por las historias misteriosas que la rodean. Leyendas de gigantes, puertas escondidas y sucesos extraños han convertido este lugar en el destino ideal para quienes buscan algo fuera de lo común.