Día y medio de lluvia sin parar ha producido inundaciones en la región italiana de Emilia-Romaña, dejando dos personas fallecidas hasta el momento, por el desbordamiento de ríos.
Un hombre de 80 años murió al salir a pasear en bicicleta, a pesar de que la ruta estaba acordonada por la crecida del río Senio, en la localidad de Castel Bolognese, en Rávena.
En tanto que otro hombre de 78 años falleció en Fontanelice, en la ciudad de Bolonia, después de que su casa se derrumbase por los efectos del mal tiempo. Su pareja, que se dio por desaparecida al creer que se encontraba con él, fue localizada a salvo en otro lugar.
Debido a que los cauces de los ríos acabaron desbordados, cientos de personas han sido evacuadas de sus casas, y trasladadas a distintos pabellones deportivos y centros similares. El cuerpo nacional de bomberos, Vigili del Fuoco, declaró que había respondido a unas 600 emergencias relacionadas con las inundaciones.
Los colegios permanecerán cerrados hasta nuevo aviso, debido a una alerta roja decretada por las autoridades.
En el mes de septiembre de 2022, nueve personas murieron debido a un fuerte temporal, que ocurrió en el centro de Italia.
Inundaciones
Las intensas lluvias se dan mientras la nación enfrenta un segundo año de sequía, que afecta su río más grande, el Po. El río apoya la agricultura en el vasto valle del Po, antes de desembocar en el mar Adriático, al este de Bolonia, en Emilia-Romaña.
Las fuertes lluvias elevaron el nivel del Po casi 1,5 metros (60 pulgadas) en 24 horas, y los ríos más pequeños de Emilia-Romaña se desbordaron, causando daños a la propiedad y la agricultura. Se evacuó a unas 450 personas de sus hogares.
En algunas zonas las violentas tormentas, lejos de aliviar la sequía, han empeorado la situación, ya que las inundaciones dañaron viñedos y olivares.
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