El pasado 15 de agosto, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó confiscar los bienes de la Universidad Centroamericana (UCA), uno de los centros de estudios más importantes del país.
El oficio judicial asegura que la UCA funcionó como un «centro de terrorismo», aprovechándose de las condiciones creadas con mentiras, para elevar los niveles de violencia y destrucción.
Ante este panorama, el padre José María Tojeira, catedrático de la UCA El Salvador, y párroco de la iglesia El Carmen, Santa Tecla, brindó su postura ante la situación en el programa matutino Frente a frente.
En primer lugar, el padre dijo que la acusación de terrorismo de parte de Ortega a la institución académica, no existe. Son señalamientos de palabra, y no conducidas en un juicio, como debería ser.
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En este sentido, el catedrático aseveró que la génesis del conflicto inició el 30 de mayo de 2018, cuando el padre José Idiáquez, exrector de la UCA Nicaragua, en ese momento, abrió las puertas del campus para refugiar a más de 5,000 personas, durante el ataque a la marcha del Día de las Madres, una de las más grandes manifestaciones.
Por esto, hubo un descontento de Ortega con la casa de estudios, al apoyar a los protestantes. De igual manera, Tojeira acotó que muchas personas que pertenecen a la Iglesia católica están siendo expulsadas de Nicaragua, donde también han sido expropiadas de sus inmuebles.
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«El Gobierno de Nicaragua quiere controlar a la sociedad civil»: Tojeira
Tojeira puntualizó que el impacto es, sin lugar a dudas, de un fuerte deterioro y empobrecimiento cultural. El mejor archivo histórico de Nicaragua está en la UCA.
Además, para el caso de Monseñor Rolando Álvarez, enfatizó que encarcelar a un obispo es algo que no ocurría en países de Centroamérica, solo en naciones soviéticas. Por eso, dice que el gobierno de Nicaragua quiere tener un control total de la sociedad civil.
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