La reconocida actriz británica Maggie Smith, mejor conocida por interpretar papeles como el de la profesora Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter y de la condesa viuda de Grantham en la serie Downton Abbey, falleció a los 89 años este viernes 27 de septiembre, según ha informado su familia y medios ingleses.
Por su parte, tras su partida se ha dado a conocer que la famosa estuvo enfrentándose contra un diagnóstico que le cambió la vida por completo y es que muy pocos sabían que estuvo luchando contra el cáncer de mama mientras filmaba Harry Potter.
Todo sucedió en el 2008 que se dio cuenta de la enfermedad cuando se encontraba interpretando a la sabia, Minerva McGonagall, en la sexta película de la franquicia, «Harry Potter y el misterio del príncipe«. Por lo que, Smith fue quien descubrió un bulto en el pecho, en ese momento fue un hallazgo que no le dio mucha importancia; ya que años atrás había tenido uno que resultó ser benigno.
Maggie vivió un proceso difícil con el cáncer
No obstante, en esta ocasión todo fue diferente; porque la noticia que tenía cáncer de mama a sus 74 años fue devastadora. Asimismo, durante una entrevista que sostuvo en el 2009 con The Daily Telegraph, dijo que el diagnóstico la dejó,«sin aliento».
Por lo que, la lucha no fue para nada sencilla; puesto que los efectos secundarios de la quimioterapia eran devastadores. En el que, se sentía muy enferma y débil. Aunque, la idea de dejar su trabajo en el set de Harry Potter no estaba para nada en sus planes.
Por consiguiente, tuvo que mostrar su profesionalismo, pero por dentro llevaba una lucha interna. «Estaba totalmente calva. No tenía problemas con usar una peluca. Era como un huevo cocido”, contó sobre aquellos días muy difíciles. «A pesar de la gravedad de su enfermedad y el agotador tratamiento, Maggie se propuso completar todas las películas de la franquicia, aunque tuviera que “arrastrarse o tambalearse«, contó.
Como resultado, dicha enfermedad la vivió en privado y dejó claro que el proceso fue totalmente aterrador. «Me sentía muy incierta. No sabía lo que me deparaba el futuro, si es que había algún futuro. No creo que haya mucho, por mi edad; simplemente, no hay«, recalcó.
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