Ante Los Angeles Galaxy, quizás la franquicia más grande de la Major League Soccer, Leo frotó la lámpara y rescató al Inter Miami de un partido en el que le salió todo mal.
Gerardo Martino apostó por el 11 que había ganado, apenas unos días atrás, en Florida. Con la tenencia de balón como medio para lastimar, el Inter se paró en un 4-3-3 que fue mutando.
Un 3-2-4-1 a la hora de progresar, con Sergio Busquets metiéndose entre los centrales y los laterales garantizando la amplitud.
Pero, ¿Qué pasó acá?
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