Fenerbahce y Manchester United se enfrentaron este jueves en Turquía en un partido correspondiente a la tercera jornada de la Europa League. Es casi imposible dar la crónica sin poner las incidencias en el banquillo, donde José Mourinho dejó reacciones épicas que se trasladaron al graderío tras su expulsión.
El entrenador portugués recibió a su exclub ahora comandado por un Erik ten Hag, que tenía la exigencia de sacar un buen resultado porque entre semana se escuchó nombres para su reemplazo.
Cuarto de hora le bastó a los Red Devils para sacudir las redes por intermedio de Christian Eriksen. Con la desventaja, el enojo consumió a «Special One» hasta llegar al punto de explotar contra el árbitro.
El portero del Onana lo dejó perplejo con una doble parada a los 37 minutos. De hecho, el luso felicitó al guardameta durante el entretiempo por su labor.
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Mourinho, un personaje
Para el segundo tiempo, el empate de los canarios amarillos se hizo esperar 4 minutos. El marroquí En-Nesyri igualó los cartones con un potente cabezazo al 49′. Nada que hacer para Onana.
Su calma fue momentánea. Los constantes reclamos al cuerpo arbitral le constaron la expulsión. Su mayor protesta se originó por un presunto penal no pitado a su favor. El estratega de 61 años fue despachado de los terrenos de juego al 57′.
El espectáculo de «Mou» continuó desde las gradas. Aunque con sentimiento mucho más infartarte debido a los tapadones de Livakovic en el último minuto para evitar el gane del United.
No hubo tiempo para más. 1-1 y reparto de puntos. En la tabla general, el «Fener» llegó a las cinco unidades y los mancunianos a tres.
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