Este pasado miércoles, la leyenda Franco Harris murió repentinamente a los 72 años. La noticia fue comunicada por el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional por medio de una publicación emitida en sus redes sociales.
“Hemos perdido a un jugador de fútbol increíble, un embajador increíble en el Salón y, lo más importante, hemos perdido a uno de los mejores caballeros que jamás haya conocido. Franco no solo impactó el fútbol, sino que también afectó la vida de muchas personas de maneras profundamente positivas”, mencionó el presidente del Salón, Jim Porte.
La “inmaculada recepción» de Harris
El corredor es un ícono en Pittsburgh Steelers con los que ganó cuatro títulos de Super Bowl durante su paso de 1972 a 1983.
En su primer año, vistiendo los colores del equipo pensilvano, realizó la inmortalizada “inmaculada recepción». Misma que definió el partido de la Ronda Divisional contra los Raiders.
Con los Steelers abajo a 22 segundos del final del último cuarto, el mariscal Terry Bradshaw lanzó un pase a John Fuqua, quien no lo logró interceptar. Harris pegó la estirada de su vida para cazar el ovoide y, rápidamente, corrió 50 yardas hacia la zona de anotación. La jugada se convirtió en uno de los touchdowns más históricos de la NFL.
Homenaje a su altura
Este pasado sábado, antes de un choque, curiosamente contra los propios Raiders, los acereros brindaron un minuto de silencio en honor a su fallecimiento.
Además, se anunció la retirada de la casaca 32, número que el jugador vistió durante su paso por la franquicia.
La conmoción de la noticia tocó hasta el mismísimo expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
“Crecí viendo a Franco Harris y tuve el honor de conocerlo años después. Fue un hombre extraordinario dentro y fuera del campo, y lo extrañaremos. Nuestros pensamientos están con su familia y toda la comunidad de Steeler”, expresó el político en un tweet.
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