Una mujer belga de 56 años, fue condenada en 2008 a cadena perpetua por haber asesinado a sus cinco hijos, se sometió a una eutanasia, dieciséis años después de los crímenes y de su fracasado intento de suicidio.
La información, difundida por el medio belga Sudinfo, fue confirmada por Nicolás Cohen, abogado de la mujer, identificada como Geneviève Lhermitte.
En Bélgica existe una ley desde el 2002 que autoriza la realización de eutanasia para acabar con el sufrimiento, ya sea psicológico o físico, en casos en que la patología sea:
- Constante
- Insoportable
- Incurable
El paciente debe estar consciente al momento de su solicitud, y también poder expresarla de manera reflexiva y reiterada, para que la ley sea aplicable.
«Es este el procedimiento que siguió la señora Lhermitte, con las diversas opiniones médicas que se recopilaron», dijo Cohen, quien confirmó que la eutanasia se realizó el 28 de febrero.
Geneviève Lhermitte lucho para la aplicación de la eutanasia
Fue el 28 de febrero de 2007 cuando Lhermitte, una ama de casa sin antecedentes penales, asesinó a su hijo y cuatro hijas, con edades de 3 a 14 años.
El quíntuple infanticidio se produjo en su domicilio familiar de Nivelles, en el sur de Bélgica, en ausencia de su esposo quien se encontraba de viaje. Luego de asesinar a sus cinco hijos, Lhermitte había intentado suicidarse.
Según la psicóloga Amilie Maroit, Lhermitte eligió morir el 28 de febrero en un gesto simbólico frente a sus hijos.
«También puede ser para ella el hecho de terminar lo que empezó, porque quería acabar con su vida» cuando asesinó a sus hijos, añadió Maroit.
Durante el juicio, Lhermitte había alegado desequilibrio mental para escapar de la prisión. Sin embargo, 12 jurados consideraron que ella actuó con toda conciencia y de manera premeditada.
Tras ser condenada a cadena perpetua, Lhermitte presentó una demanda civil contra su ex psiquiatra en 2010, reclamando hasta tres millones de euros en daños y perjuicios por su inacción ante una tragedia previsible. Sin embargo, terminó abandonando esa batalla legal que duró diez años, sin ganar.
El crimen fue llevado al cine en 2012, y conmocionó al país, así como el proceso penal en 2008.
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