Es la tercera convocatoria a marchas que se realiza en estos primeros dos meses del año en Francia. El objetivo es manifestar su rechazo contra la reforma a las pensiones que promueve el gobierno de Emmanuel Macron.
Este martes, miles de franceses se han abocado nuevamente a las calles de las distintas ciudades del país, para mostrar su desacuerdo por las reformas del sistema de pensiones, que retrasa la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.
Esta movilización coincide con la llegada del proyecto de ley a la Asamblea Nacional, donde la oposición no acepta la principal iniciativa del segundo mandato de Emmanuel Macron.
«Será una semana decisiva», indicó Jean-Luc Mélenchon, líder de La France Insumise. Además, agregó que se tienen programadas las movilizaciones para el 11 de febrero.
Afectaciones por marchas en Francia
Con el paro, las instancias locales explicaron que se ha afectado el sector del transporte público, aunque los servicios mínimos funcionan con normalidad, ya que muchos apoyan la huelga.
Pese a que la marcha es numerosa, no se ha logrado la misma cantidad que reunieron las dos pasadas, con más de un millón de personas. Uno de los motivos es que Francia se encuentra en vacaciones escolares en varias regiones.
El rechazo persiste, y los sindicatos manifestaron que tienen prevista realizar dos marchas más. La primera el 11 y una quinta el próximo 14 de febrero.
Reacciones
Manuel Bompard, diputado y coordinador de la Francia Insumisa, explicó que: «El 70 por ciento de la población se opone a ella, el conjunto de las organizaciones sindicales y de los trabajadores también».
Por su parte, el diputado Olivier Faure, declaró que «un gobierno no puede mantenerse mucho tiempo contra su propio pueblo».
Fabien Roussel, líder comunista y diputado, menciona que «la victoria está al alcance de la mano si la izquierda sigue unida».
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