El 10 de mayo, Día de la Madre, es una de las fechas más importantes en el país. El amor de una mamá no entiende de imposibles. Tal es el caso de dos madres de familia, quienes a diario son un ejemplo de valentía y coraje, en la Barra de Santiago, Ahuachapán.
Ellas caminan descalzas para embarcarse en un cayuco, y luego hacer la extracción de conchas y curiles. Su mayor herramienta son sus pies, pues con ellos pueden sentir los moluscos ocultos en la arena. Angélica Martínez nos contó su experiencia.
Video/TC. Reportaje elaborado por Raquel Castaneda.
Las madres relatan que, para buscar las conchas marinas, se debe tener mucha paciencia, ya que a veces se complica atraparlas. Cuando la marea llega, es más difícil.
Además, su jornada laboral consta de más de seis horas bajo un intenso sol y calor. Estas madres enfatizan que, en muchas ocasiones, han resultado con más de una herida por cangrejo u otras especies.
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Después de atrapar las conchas, deben trasladarse a una zona de manglar, donde se sumergen en el denso lodo para tocar con sus manos y pies. De esta manera, obtienen los curiles. Así lo cuenta Hipólita Rauda.
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«Ser madres es una bendición»: Angélica Martínez
Martínez asegura que, desde pequeña, los primeros roces, olores y voces que se escuchan, provienen de la mamá. Agregó que uno se forma ahí adentro y eso continúa.
Añadió que una madre es la persona que está más cerca para acompañarnos a través de toda la trayectoria vital. Además, la mamá es la que nos cuenta la vida y cómo es, la que nos traduce el mundo, y quien nos va arma y organiza los recuerdos que tenemos de la infancia.
Desde hace mucho tiempo, se observa cómo diferentes madres de familia poseen múltiples funciones. Algunas tienen trabajo para sostener a su hogar, y llegan a la vivienda a cuidar de su familia. Tal es el caso de Angélica, quien detalló que no es nada fácil, pero que se siente muy feliz y bendecida.
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