La presencia de residuos plásticos en los pastizales representa una grave amenaza para la salud del ganado, ya que su ingestión puede provocar problemas digestivos, enfermedades y, en algunos casos, la muerte. Esta situación, además de poner en peligro el bienestar animal genera pérdidas económicas significativas para los productores quienes enfrentan gastos adicionales en tratamientos veterinarios y una reducción en la productividad.
En el distrito de San Matías, La Libertad Norte, el ganadero Julián Rodríguez relató una experiencia que marcó su labor diaria: una de sus vacas apareció muerta sin mostrar signos previos de enfermedad. Tras una revisión, descubrieron que el animal había ingerido un lazo plástico.
«Un día amaneció muerta, no dimos por qué, no había dado señales de que estaba enferma, quedamos con la duda y la revisaron y ya con la aliñada salió que tenía un lazo amarrado, lo raro es que el lazo era amarillo y nosotros no ocupamos de ese color de lazo», explicó Rodríguez.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Diana Rivas.
Ante esta situación, ha decidido incorporar a su rutina diaria la revisión de los comederos, además de realizar un chequeo veterinario mensual. No obstante, aseguró mantenerse siempre alerta de cualquier comportamiento fuera de lo normal en el ganado.
«A veces la vaquita como que ya no come, se aísla de las demás no quiere comer, a veces se mira tristecita y ahí es donde hay que ponerse alerta porque uno no sabe», dijo Rodríguez.
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Riesgos de la ingesta de plásticos en ganado
Especialistas en sanidad animal advirtieron que la ingesta de plásticos puede desencadenar la obstrucción intestinal, pérdida de peso y, en algunos casos, la muerte.
«El primer signo es cuando ellas (vacas) se timpanizan, es decir, acumulan gas en la parte del rumen, generalmente se nota el timpanismo en el flanco izquierdo de la vaca que es donde anatómicamente se ubica el rumen. Luego la vaca deja de regurgitar o rumiar y es cuando el ganadero se da cuenta que algo no está bien con esa vaca», reveló el veterinario y zootecnista, Josué Pineda.
Además de mantener limpios los pastizales, el experto sugirió fortalecer la alimentación del ganado para evitar la ingesta compulsiva de plásticos o tierra.
«Hay situaciones con las vacas que tienen un apetito pica, es decir, que ellas tienen una manía de andar comiendo plástico e incluso tierra porque tienen deficiencias de vitaminas y minerales que realmente la dieta no se les está suministrando. Por eso es importante que al ganado se le dé sales minerales ya sea en bloques, se les ponga en polvo o granulado, tanto en invierno como en verano», puntualizó Pineda.
