Desde el comienzo de la semana, según se puede observar ver gracias a la prensa internacional, el Camp Nou ha sufrido grandes cambios. La razón se debe al banderillazo de salida a las obras de demolición. El desmontaje comenzó con la tercera gradería de la casa del Barca. De igual forma, el terreno de juego y todos los asientos fueron removidos para ser vendidos a los socios. Recuperando así un poco de la inversión hecha para remodelar el mítico estadio.
El presidente culé, Joan Laporta, mencionó en una conferencia de prensa que el proyecto es muy ambicioso, previsto a convertirse en un referente símbolo de la unificación entre la urbanización y el deporte.
“Será el mejor campo del mundo, a la altura del mejor club del mundo: el más seguro, el más cómodo y el más comercial. Es la obra más importante de la ciudad desde los Juegos Olímpicos [de 1992]”, dictaminó.
Se tiene previsto que el coloso vuelva a estar disponible hasta el próximo noviembre de 2024 con un aforo del 50%. Mientras se efectúan todos los trabajos, el club catalán disputará sus encuentros en el Olímpico de Montjuic.
De momento, en 2025 es la fecha puesta en el calendario para dar por finalizado a todos los labores.
El Barca se renueva
El Espai Barca es una operación que tiene el objetivo de convertir el Camp Nou en el estadio más moderno de todo el mundo. Además, generar unos ingresos de grandes proporciones.
De acuerdo con diversos reportes, se provee que las nuevas instalaciones produzcan alrededor de 247 millones de euros anuales distribuidos en:
- 24% por patrocinios y derechos de título.
- 24% ticket VIP.
- 22% tickets normales.
- 15% visitas al museo.
- 15% préstamo para otro tipo de eventos.
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