La palabra procrastinación proviene del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro, o posposición.
Por tanto, es la acción o el hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras más irrelevantes o agradables.
El término se aplica en psicología, para definir la sensación de ansiedad generada ante una tarea pendiente de concluir.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Claudia Martínez.
La procrastinación es un trastorno del comportamiento que a todas las personas les afecta, en mayor o menor medida, en alguna ocasión. En términos más populares, es conocido como, «dejar para mañana lo que deberíamos hacer hoy».
Según expertos, es algo normal sufrirla. Sin embargo, hay personas que se comportan así de manera continuada, porque, de alguna forma, creen que el día de mañana será más adecuado para llevar a cabo una o varias tareas que tienen pendientes.
En realidad, es un problema de mala regulación y pésima organización del tiempo. Quien pospone o procrastina lo que está realizando, en el fondo, es una conducta evasiva.
Video/TCS.
Según los expertos, este trastorno puede estar asociado con el miedo al fracaso, la falta de motivación, dificultades de concentración, trabajo excesivo o agotamiento profesional.
Sin embargo, existen diversas consecuencias al postergar. Entre las más comunes están:
- Estrés
- Sentimiento de culpabilidad
- Pérdida de productividad
- Juicio social relacionado con la evasión de sus responsabilidades (por ejemplo: en el trabajo)
- Estigmatización
- Fortalecimiento de la procrastinación
¿Cómo evitar la procrastinación?
Los especialistas especifican que es importante adoptar algunas pautas para evitar procrastinar, tales como:
- Elaborar listas de tareas que hay que efectuar, con una estimación del tiempo necesario para terminarlos
- Identificar las prioridades
- Reservar tiempo para los imprevistos
- Optar por un entorno de trabajo sin distracción
- Planificar horarios propicios a la productividad
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