El sector agrícola del país atraviesa una difícil situación. La escasez de mano de obra y la falta de recursos para remunerar a los trabajadores están poniendo en jaque la producción de alimentos.
Este problema se ha intensificado en los últimos años. Según la Cámara de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), la edad promedio de los trabajadores agrícolas es de 64 años. Los jóvenes, por su parte, suelen migrar a las ciudades o al extranjero en busca de mejores oportunidades. Esto representa un menor interés por parte de este grupo a actividades en la agricultura.
Video/ TCS/ Reportaje elaborado por Ricardo Grijalva.
Otro problema es que cuando encuentran personas dispuestas a trabajar, los agricultores no siempre pueden costear la mano de obra. Según el agricultor Gerardo, «la juventud ya no quiere trabajar en la agricultura, solo los mayores de edad hemos quedado». Además, reconoce que, aunque mantiene la esperanza de una buena cosecha, sembrará menos debido a la falta de personas que le ayuden en el trabajo del campo.
Consecuencias ante la falta de mano de obra
De acuerdo con CAMPO, en 2021 se sembraron más de 420,000 manzanas. Pero actualmente esa cifra ha disminuido a poco más de 200,951 manzanas. Es decir, se han dejado de cultivar más de 100,000 manzanas.
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También, se le suman otros problemas como el alza en los precios de los insumos agrícolas, el cambio climático, el aumento en los alquileres de tierras y el abandono del sector.
Como consecuencia, la participación del sector agropecuario en el Producto Interno Bruto (PIB) ha caído drásticamente: del 25% en años anteriores, a poco más del 5% actualmente. Y las proyecciones no son alentadoras.
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