El pasado 8 de junio, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), de Estados Unidos, confirmó la aparición de El Niño, después de tres años sin afectar al planeta. El Niño es un fenómeno climático natural ocasionado por un aumento, arriba de lo normal, en la temperatura del Océano Pacífico. Para El Salvador, El Niño significa menos lluvias e incluso sequía.
Ante este panorama, varios agricultores alegaron que las cosechas esperadas por las inclemencias climáticas no fueron las esperadas en este año.
Según datos de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), las perdidas en cultivos de maíz son alrededor de 1,191,000, mientras que en el frijol son 38,520 quintales.
Video/TCS. Reportaje elaborado por André Sandoval.
De acuerdo con los expertos, los fenómenos de El Niño y La Niña suelen producirse cada dos o siete años. Mientras tanto, las temperaturas oceánicas y los patrones de precipitación se vuelven más regulares.
Tanto El Niño como La Niña afectan al clima más allá de la cuenca del Pacífico. Durante los años de El Niño, por ejemplo, hay menos huracanes que cruzan el Atlántico de lo habitual, y los que lo hacen suelen ser bastante débiles.
El fenómeno de “El Niño” tendrá un impacto importante en la agricultura de la región, e incluso, ya existen evidencias de sequías localizadas y cambios en los patrones de lluvia que han afectado los rendimientos, tanto de los cultivos como de la ganadería.
Video/TCS
¿Cómo deben prepararse los agricultores para enfrentar este fenómeno?
Los especialistas enfatizan que se debe hacer un buen uso de las buenas prácticas agrícolas, tales como:
- No quemar tierras para sembrar.
- Utilización de rastrojo para mantener humedad.
- Realización de cambio de agricultura química por agricultura orgánica.
- Racionar el uso del agua y de energía.
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