El gobierno ruso ha anunciado que recortará su producción de petróleo en 500,000 barriles por día a partir de marzo. Esto como respuesta a las sanciones que recibió de los países occidentales por la invasión de Ucrania, que han fijado un precio máximo a los derivados del petróleo ruso.
Así lo informó Alexander Novak, viceprimer ministro de Rusia, en un comunicado recogido por las diversas agencias de prensa locales:
«A partir de hoy, estamos vendiendo completamente todo el volumen de petróleo producido, sin embargo, como se indicó anteriormente, no venderemos petróleo a quienes se adhieran directa o indirectamente a los principios del ‘tope de precios‘. En este sentido, Rusia reducirá voluntariamente la producción en 500.000 barriles por día en marzo. Esto contribuirá al restablecimiento de las relaciones de mercado«.
Esta reducción representa un recorte del 5% respecto a su producción diaria, que asciende a 9.5 millones de barriles.
Las sanciones al petróleo ruso
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, anunció hace una semana que el grupo de países que conforman el G7, además de la Unión Europea, decidieron imponer un precio máximo a los derivados del petróleo ruso, como diésel y queroseno.
El precio máximo para diésel y combustible para aeronaves está techado en $100 dólares el barril.
Mientras que otro tipo de derivados, como parafinas y productos para la industria química, tendrán un precio máximo de $45.
Esta sanción se sumaba a la ya impuesta en diciembre por la Unión Europea, el G7 y Australia, que techaron el precio del barril de petróleo ruso en $60 euros. Con el objetivo de presionar las finanzas del gobierno y limitar los recursos que destina para la guerra con Ucrania.
Según estimaciones de periódicos internacionales, producir un barril de petróleo puede costar a Rusia entre $30 y $40 dólares, lo cual lo aleja de su punto de equilibrio fiscal, que rondaría los $60 o 70$ por barril.
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