Tras las peticiones de oraciones hechas por el Papa Francisco a toda la iglesia por la salud del Papa emérito Benedicto XVI, el Vaticano confirmó que su situación de salud continúa en estado delicado.
Este viernes 30 de diciembre, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, anunció que el estado de salud del Papa emérito Benedicto XVI actualmente es “estacionario”.
Las acciones que han tomado desde el Vaticano, para acompañar su situación médica indicaron que ayer mismo realizaron una misa en su habitación para pedir por su mejoría de salud.
Para determinar su estado de salud como “estacionario”, los médicos explicaron que suele usarse para casos en los que el paciente no experimenta cambios significativos en las últimas horas.
Así mismo, en su reporte, el portavoz del Vaticano indicó en su informe que “anoche el Papa Emérito pudo descansar bien”. Durante la misa que realizaron ayer, el portavoz indicó que Benedicto “participó en la Santa Misa en su habitación, ayer por la tarde”.
Este es el segundo informe que el Vaticano ha dado sobre la salud del Papa emérito, luego de que el miércoles el Papa Francisco pidió a la feligresía rezar por su salud en la audiencia programada ese día.
Tras ese anuncio, el pontífice se dirigió a visitar a Benedicto XVI en el Monasterio Mater Ecclesiae.
En su primer reporte, el Vaticano indicó que el Papa emérito estuvo “absolutamente lúcido y alerta”, y precisó que “aunque su estado sigue siendo grave, la situación en este momento es estable”.
¿Cómo se prepara Benedicto XVI?
Tras la carta publicada a principios de año por el Papa emérito Benedicto XVI, él explicó que se prepara para ver “pronto” a Dios, “el juez justo” y “definitivo de mi vida”, decía parte de su escrito.
“Pronto me enfrentaré al juez definitivo de mi vida”, escribió Benedicto XVI en una carta publicada el 8 de febrero.
Benedicto agregó que, «aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo al mirar hacia atrás en mi larga vida, me alegro, sin embargo, porque creo firmemente que el Señor no sólo es el juez justo, sino también el amigo y el hermano que ya ha sufrido Él mismo mis defectos y es, por tanto, como juez, también mi abogado”.
“En vista de la hora del juicio, se hace evidente para mí la gracia de ser cristiano», aseguró el Papa emérito en su carta.
“Ser cristiano me da conocimiento y, más aún, amistad con el juez de mi vida y me permite atravesar con confianza la oscura puerta de la muerte”, destacó Benedicto en su carta.
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