Las pupusas son el platillo típico más conocido y consumido de El Salvador. En el municipio de San Rafael Obrajuelo, La Paz, Paula Flores, de 55 años de edad, elabora una culinaria y exótica pupusa de fritada.
Paula es la propietaria del «cuchódromo» Mamá Paula, ubicado en el kilómetro 57 de la carretera del Litoral, en el sentido hacia Zacatecoluca, donde las pupusas de fritada son su platillo estrella.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Eduardo Rivas.
Se considera al municipio como la cuna de la carne de cerdo. Flores expresó que, después de elaborar una buena fritada, comienza a preparar las pupusas.
«Tengo más de dos décadas de hacer comida, pero antes lo hacía en el mercado municipal. Durante la pandemia no se vendía, porque todo lo pedían para llevar, entonces decidí abrir aquí. Agregué nuevos platillos e inventé hacer las pupusas de fritada, que son una de las comidas preferidas de nuestros clientes, junto a los chicharrones, y todos los derivados del cerdo», dijo Flores.
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Además, lo especial de las pupusas de fritada es la calidad de la materia prima, sumado a las especias, chile verde, queso y «la manteca de cuche» que le añade. Todo produce un delicioso sabor. El precio de cada pupusa es de $1.50, y los clientes afirman que el platillo vale la pena.
Paula aseguró que todos sus manjares se preparan a base de recetas caseras que, desde siempre, han agradado a sus clientes.
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En su negocio, también ofrece deliciosos chicharrones, costilla y lomo de cerdo asado, además de aves y mariscos, para las personas que prefieren otra clase de comida.
¿De qué manera se hace la preparación de la fritada?
Se comienza al poner a cocinar las vísceras del cerdo, junto con todas las hierbas aromáticas de su preferencia.
Una vez cocidas, se pican del tamaño deseado. Y, si hay alguna víscera preferida, se pone un poco más, para que el sabor domine al momento de degustar el platillo. Este proceso de cocción dura una hora y media.
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