Al menos seis personas han muerto durante el tiroteo registrado anoche dentro de un supermercado de la ciudad de Chesapeake, en el Estado de Virginia, zona este de Estados Unidos.
Informes de las autoridades locales indican que este suceso ha provocado una intensa movilización de la policía que acudió al lugar minutos después de las 10 de la noche, cuando se registraron las primeras llamadas de emergencias. El atacante murió en el lugar, dejando de ser una amenaza para las personas que se mantenían en el supermercado, agregaron en sus declaraciones.
El portavoz de la policía, Leo Kosinski, aseguró con anterioridad a los reporteros presentes en el lugar, que al menos 10 personas habían sido víctimas. Sin embargo, el hospital más importante de la región confirmó que estaban siendo atendidos cinco heridos en sus instalaciones.
El hecho sucede en un período en el que Estados Unidos registra un alto consumo económico, ya que mañana celebran el Día de Acción de Gracias, y después las grandes cadenas de comercio desarrollan el denominado ‘Black Friday’.
Desde 2020, Estados Unidos, el país más armado del mundo, supera anualmente los 600 tiroteos masivos, estos definidos como incidentes, donde han sido heridas o asesinadas cuatro o más personas, indicaron las autoridades.
Este año no es la excepción. Se habían registrado, hasta este lunes, 606 de acuerdo con el Gun Violence Archive (Archivo de violencia con armas), que lleva la cuenta de este tipo de sucesos. El año pasado rompió todos los récords, con 690 sucesos y 20.900 víctimas. Este año va en 18.100 el número de fallecidos indica el informe.
El pasado sábado, un hombre de 22 años irrumpió a tiros en un bar de la ciudad de Colorado Springs. El sospechoso, que fue desarmado por un cliente y fue detenido por la policía, logró matar a cinco personas y herir a otras 18, indicaron en ese momento los medios locales.
Los habitantes de Virginia no han sumado ni siquiera 10 días sin volver a conocer el horror. El 13 de noviembre, un estudiante de la Universidad de Virginia de 22 años mató a tres jugadores del equipo de fútbol americano a bordo de un autobús. El crimen fue cometido horas después de que el asesino y sus víctimas, junto a varias decenas de personas, viajaran a Washington a ver un partido. El sospechoso ha sido detenido y se enfrenta varios cargos de homicidio y por las heridas provocadas a otras dos personas con su arma de fuego, indicaron las autoridades.
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