Esta mañana, en la entrevista “Frente a Frente”, monseñor Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico en El Salvador, habló sobre los avances del proyecto: «Sembrando Semillas de Esperanza»: un propósito que es apoyado y respaldado por el papa Francisco.
En su misión, Mons. Luigui indicó que, desde su llegada al país, se ha encargado de conocer la realidad salvadoreña y, con ello, se ha dedicado a visitar las comunidades, además de escuchar a los párrocos y familias, sobre las principales necesidades. Una situación que ha servido para dar marcha al proyecto: «Sembrando Semillas de Esperanza».
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El plan tiene como objetivo “dar esperanza” a todos los pequeños que han enfrentado una situación de necesidad. A la fecha, son seis meses desde que el proyecto está operando y, desde allí, se cubre atención integral, atención y recuperación nutricional, asistencia médica y de salud. Y finalmente psicológica.
Para dar marcha a la obra de amor, Mons. Luigui ha contado con el respaldo del pontífice. «Todo esto, hemos comenzado a realizarlo gracias a un donativo que el santo padre me hizo personalmente, de $83,000. Pero para no cortar la cadena de ayuda a los beneficiados, desde aquí, se ha iniciado con la incorporación de más donantes.», mencionó.
La ayuda puede ser directa, mediante donativos a la cuenta del banco Cuscatlán: 326301000001613, el monto que se pide mensual es de $20. “Es una cifra bastante reducida, porque los colegios católicos que participan a este proyecto integran su parte”, punteó.
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¿Cómo se ayuda en «Sembrando Semillas de Esperanza»?
Mons. Luigi explicó que es adaptable a las necesidades de las personas; por ejemplo, para aquellos niños que se forman educativamente en el sector público, pueden llegar a las estructuras católicas en sus tiempos libres, en muchas ocasiones ellos carecen de personas que los cuiden, por el hecho de que sus padres salen a trabajar.
Es así como el plan abarca a este grupo poblacional y se imparte atenciones en salud psicológica y cuidado en las ludotecas, que son espacios sanos y seguros.
La visión de cobertura es grande, ya que expuso que su «ilusión es llegar hasta el último niño necesitado del país. A la fecha, atendemos alrededor de 1,700 niños. Queremos crear a un hombre y a una mujer nueva para evitar esas heridas que puedan ser conflictivas y generar violencia en un segundo momento».
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El proyecto requiere voluntariado de profesionales:
Por la cobertura que da, el mismo Monseñor, hace un llamado y pide a aquellos profesionales que quieran hacer voluntariado en su tiempo libre y unirse a la causa. Entre los principales que demanda, es la ayuda de psicólogos. Para sumarse a la obra pueden contactarse al centro de conferencia de religiosos. Además, hace énfasis en médicos y nutricionistas.
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