Por séptima vez en toda su historia, el Sevilla ganó la UEFA Europa League para reafirmarse como máximo ganador e invicto en finales de la competición. La Roma forzó el partido hasta la última instancia, pero poco pudo hacer ante un providencial Bono en la tanda de penaltis.
Este jueves 1 de junio, todo el equipo Nervión retornó a casa para celebrar con los suyos el título tras una temporada donde se sentaron en el banquillo hasta tres diferentes entrenadores, pero fue José Mendilibar el que dio con la tecla para corregir un rumbo que parecía perdido.
Tras su arribo de Budapest, el club realizó un recorrido en autobús por las calles andaluzas. Su primera parada fue la residencia de ancianos llamada Hermanitas de los Pobres. Los futbolistas ofrecieron la copa y de parte de los adultos mayores recibieron muestras de cariño como pancartas y banderas de agradecimiento.
«Ha sido una sorpresa fabulosa, nos lo comunicó el Sevilla FC en secreto y cuando por fin se lo pudimos decir a todos los residentes se produjo una repentina explosión de alegría, incluso de los que no son sevillistas. No han podido ni dormir la siesta», mencionó una de las encargadas del lugar.
Sevilla, una fiesta masiva
Posteriormente, la plantilla hizo un recorrido por los sitios turísticos más emblemáticos de la ciudad. La celebración se trasladó a la plaza Puerta de Jerez, la catedral y el ayuntamiento. En este último, miembros rojiblancos tomaron el micrófono ante la presencia de un mar de hinchas.
«Estos ca*** quieren que hable yo. No sé qué decir, pero sobre todo gracias por estar aquí. Aupa Sevilla. Sevilla hasta la muerte», mencionó Mendilibar mientras lo elevaban.
La celebración continua, pues el título es un hecho balsámico porque les permite disputar la Supercopa de Europa y la Champions League de la próxima temporada.
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