El síndrome de Fomo (Fear of Missing Out) se puede traducir al español como «miedo a perderse algo» y se caracteriza por ser una patología psicológica vinculada al uso frecuente de las redes sociales.
Según los expertos, el individuo puede sentirse solo e inadecuado al compararse con las actividades y la popularidad de los demás.
Video/TCS. Reportaje elaborado por Daniel Ayala.
Este síndrome se caracteriza por el deseo de estar conectado a lo que hacen los demás. También se asocia a una serie de experiencias vitales y sentimientos negativos, ya que se considera un apego problemático a los medios sociales.
En el desarrollo del FOMO existen diversas causas que pueden influir. Uno de los aspectos más decisivos tiene que ver con el uso inadecuado de las redes sociales. Pasamos largas horas frente a las pantallas, muchas veces dejando a un lado otras actividades de la vida real.
Los síntomas más representativos del FOMO son:
- Insomnio
- Problemas de salud mental
- Frustración
- Baja autoestima
- Miedo a no ser lo suficientemente importante y valorado en las redes sociales
- Depresión (en algunos casos)
- Entre otros.
Video/TCS
Tratamiento del síndrome FOMO
De acuerdo con los profesionales, existen estrategias para abordar este síndrome y recuperar el equilibrio en la vida digital y personal:
- Conciencia: tomarse un tiempo para reflexionar sobre cómo las redes sociales y la tecnología afectan su bienestar es crucial.
- Limitar el uso de las redes sociales: establecer límites de tiempo para el uso de aplicaciones de redes sociales puede ayudar a reducir la ansiedad y la compulsión de verificar constantemente las actualizaciones.
- Conectar en persona: priorizar las relaciones en la vida real y participar en actividades significativas fuera de las pantallas puede mejorar el bienestar emocional.
- Buscar ayuda profesional: si el este síndrome interfiere significativamente en la vida diaria y es difícil de manejar, buscar la ayuda de un terapeuta o consejero especializado en salud mental puede ser beneficioso.
Video/TCS
Te podría interesar: Síndrome del trabajador burbuja: qué es y cómo afrontarlo
