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jueves, 15 mayo, 2025

Terremoto de magnitud 6.2 sacudió Estambul y varias provincias de Turquía

Un sismo de magnitud 6.2 sacudió el oeste de Estambul, Turquía, generando pánico pero sin causar mayores daños materiales.

Un terremoto de magnitud 6.2 sacudió la costa de Estambul este miércoles, según indicó el (AFAD), el servicio de Gestión de Crisis y Desastres Naturales de Turquía.

El epicentro del sismo se localizó en el Mar de Mármara, cerca de Silivri, a unos 70 kilómetros al oeste de Estambul. Según informó la AFAD, las réplicas continúan afectando la región.

Tras el sismo, la Gobernación de Estambul informó que no se registraron víctimas mortales, aunque al menos 151 personas resultaron heridas, la mayoría al lanzarse desde edificios en medio del pánico.

«El tratamiento de 151 ciudadanos que resultaron heridos al saltar de altura por pánico continúa en los hospitales y sus vidas no corren peligro», se lee en parte de la publicación de las autoridades.

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¿Por qué tiembla tanto en Turquía?

Según un artículo de National Geographic, la intensa actividad sísmica en esta región se explica por la convergencia de cuatro placas tectónicas: la de Anatolia, la Arábiga, la Euroasiática y la Africana. Estas enormes masas de roca, que conforman la capa más externa de la Tierra, están en constante movimiento y colisionan entre sí, generando tensiones geológicas significativas.

Los terremotos suelen producirse con mayor frecuencia a lo largo de las líneas de falla, donde la corteza terrestre se fractura debido al desplazamiento de las placas. En esta zona se ubican dos importantes fallas transformantes, caracterizadas por el movimiento lateral entre placas: la falla de Anatolia Septentrional, que se extiende por unos 1,000 kilómetros y la falla de Anatolia Oriental, de aproximadamente 700 kilómetros de longitud.

A este complejo escenario se suma el movimiento lateral de las placas tectónicas en la región. En particular, la placa Arábiga avanza hacia el norte a un ritmo de unos dos centímetros por año, mientras que la placa Africana también se dirige al norte, aunque a una velocidad menor. Este tipo de desplazamiento horizontal favorece la ocurrencia de terremotos no solo más frecuentes, sino también potencialmente más intensos.

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