El Tren de Aragua es una poderosa banda criminal transnacional que nació en una prisión de Venezuela y que lentamente se fue abriendo camino hacia el sur y el norte del continente en los últimos 20 años.
El origen de esta megabanda se remonta al año 2005 con un sindicato de obreros que laboraban en la construcción de un proyecto ferroviario que uniría a los estados Aragua y Carabobo.
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El sindicato comenzó a cobrar por la asignación de puestos de trabajo y a extorsionar a contratistas a cambio de seguridad. Se les conocía como la pandilla de los del Tren de Aragua y allí nació su nombre.
Pronto, esta organización pasó a controlar centros penales de Venezuela, sobre todo cuando su principal líder, Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero” fue recluido en la cárcel del Tocorón, que prácticamente convirtió en su centro de operaciones.

Con la dramática diáspora de venezolanos, se fue expandiendo a toda América Latina, como una compleja y disruptiva estructura criminal. Gradualmente fue ampliando sus actividades delictivas con extorsión, sicariato, tortura, tráfico de migrantes, explotación sexual y narcomenudeo. Su sello característico es causar temor.
El sitio especializado Insight Crime considera que el Tren de Aragua es una «amenaza criminal transnacional». Se estima que tiene más de 15 mil miembros y que opera en 11 estados de Venezuela, además, en Colombia, Brasil, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina, Panamá y Costa Rica y México. Y ha llegado a Estados Unidos.
Tren de Aragua, amenaza terrorista para EEUU

El 20 de enero, el presidente Donald Trump, al nomás tomar el cargo, firmó una orden ejecutiva para clasificar al Tren de Aragua, a los carteles mexicanos y a la pandilla salvadoreña MS-13 como organizaciones terroristas, con lo que las equiparó al Estado Islámico y a Al-Qaeda.
«Las actividades de los carteles amenazan la seguridad del pueblo estadounidense, la seguridad de Estados Unidos y la estabilidad del orden internacional en el hemisferio occidental», se lee en la orden presidencial.
EEUU envía reos venezolanos a El Salvador
El pasado 5 de febrero, durante la visita del secretario de estado Marco Rubio a El Salvador, el presidente Nayib Bukele ofreció a Estados Unidos las cárceles salvadoreñas para recibir a reos de otras nacionalidades. Y este domingo llegó el primer grupo de reclusos venezolanos.
Al respecto, Rubio, escribió en su cuenta de X: “(…) como prometió el presidente Trump, enviamos a más de 250 extranjeros enemigos del Tren de Aragua, quienes El Salvador se comprometió a mantener en sus excelentes cárceles a un precio justo que también ahorrará dinero a nuestros contribuyentes. El presidente Nayib Bukele no solo es el líder de seguridad más fuerte de nuestra región, sino que también es un gran amigo de Estados Unidos”.
Los reclusos deportados, entre quienes había también 23 pandilleros salvadoreños de la MS-13, fueron recibidos en el aeropuerto Monseñor Romero bajo un fuerte dispositivo de seguridad desplegado por aire y tierra, encadenados de manos.
La información fue confirmada por el presidente Bukele en su cuenta de X: «Hoy arribaron a nuestro país los primeros 238 integrantes de la organización criminal venezolana, Tren de Aragua. Fueron trasladados de inmediato al CECOT, el Centro de Confinamiento del Terrorismo, por un periodo de un año renovable. Estados Unidos pagará una tarifa muy baja por ellos, pero alta para nosotros», escribió.
El acuerdo establece que Estados Unidos pagará un costo por prisionero de unos 20 mil dólares por reo al año, 6 millones de dólares en total.
Tren de Aragua, enemigo extranjero de EEUU

La llegada de los deportados venezolanos tiene lugar un día después de que el presidente Trump invocara la Ley de Enemigos Extranjeros, aprobada hace 227 años, para acelerar la deportación de migrantes, cuyo principal objetivo son los integrantes del Tren de Aragua, la peligrosa organización criminal que surgió en Venezuela hace dos décadas.
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