El presidente Donald Trump usó la antigua Ley de Enemigos Extranjeros porque asegura que la banda criminal venezolana Tren de Aragua está “amenazando con una invasión o incursión predatoria” al territorio de Estados Unidos. Por eso, ordenó que todos los venezolanos, miembros de organización de al menos 14 años de edad, a los que considera “enemigos extranjeros”, sean arrestados y expulsados a El Salvador.

La ley que invocó Trump para deportar a estos inmigrantes fue aprobada hace 227 años y está reservada para situaciones tan extremas, que Estados Unidos no la aplicaba desde la Segunda Guerra Mundial, hace 8 décadas.
¿Qué dice la antigua ley?
La Ley de Enemigos Extranjeros fue aprobada en 1798, en la administración de John Adams, apenas el 2° presidente de Estados Unidos. Trump es el 47°. En aquellos años, el Congreso la aprobó porque EEUU estaba a punto de entrar en guerra con Francia. El objetivo era detener a los extranjeros de los países enemigos para evitar atentados y espionajes.
En más de dos siglos de vigencia, la normativa solo se ha usado tres veces. La primera, fue en 1812, cuando Estados Unidos estaba en guerra con Inglaterra. La segunda, en la Primera Guerra Mundial, cuando se detuvieron a unos 6 mil extranjeros, la mayoría de ellos, alemanes.

La tercera vez, en la Segunda Guerra Mundial, entre 1939 y 1945, para detener a alemanes, italianos y japoneses en territorio estadounidense. Alemania, Italia y Japón eran enemigos de EEUU. El entonces presidente Franklin D. Roosevelt ordenó el encarcelamiento masivo de unos 120 mil estadounidenses de origen japonés durante la guerra.
¿Por qué Trump usa antigua ley de más de dos siglos?
En las tres ocasiones en que se utilizó la Ley de Enemigos Extranjeros, Estados Unidos estaba en guerra. Y el presidente Trump asegura que ahora el país libra una guerra contra los inmigrantes que han invadido el territorio estadounidense
Esta ley concede al presidente poderes especiales para ordenar el arresto de los extranjeros originarios de las naciones con las que estén en conflicto bélico. Se puede perseguir a todos los “nativos, ciudadanos, residentes o súbditos” de la nación o gobierno hostil, explica el medio especializado “Just Security”.
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Asimismo, la normativa no distingue entre extranjeros que se encuentran regularizados en Estados Unidos y foráneos con estatus legal establecido, ni tampoco entre extranjeros “leales y desleales”. Permite agilizar la detención y expulsión, ya que no pueden defenderse con un proceso judicial.
Tampoco exige que el jefe de Estado demuestre alguna mala conducta o amenaza que representen los extranjeros objetos de la detención, por lo que no brinda un recurso para probar su lealtad a Estados Unidos o para apelar la decisión del mandatario.
Trump contra los jueces
La madrugada del pasado domingo 16 de marzo, dos aviones procedentes de Estados Unidos llegaron al aeropuerto internacional San Óscar Arnulfo Romero con 261 migrantes deportados. 238 eran venezolanos presuntos integrantes de la banda criminal Tren de Aragua y los otros 23, eran supuestos pandilleros salvadoreños de la MS-13, confirmó presidente Nayib Bukele.

Pero el juez federal del distrito de Columbia, James Boasberg, había ordenado el sábado el retorno a Estados Unidos de los vuelos con presuntos pandilleros venezolanos, deportados por Trump invocando la ley de Enemigos extranjeros.
Cuando trascendió esta noticia en medios como New York Post, el presidente Bukele escribió en su cuenta de X: “Oopsie… Too late 😂” (Demasiado tarde).
Ultimátum del juez a Trump
Mientras tanto, el juez Boasberg extendió hasta este jueves la fecha límite para que la Administración Trump responda a qué hora partieron los vuelos de deportación y por qué no acató la orden sobre regresar los aviones a suelo estadounidense.
El Gobierno de Trump sostiene que las dos aeronaves con los migrantes deportados abandonaron el espacio aéreo estadounidense antes de que el juez emitiera su orden escrita y sostiene que el juez carece de jurisdicción en el caso.
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