Ayer se conmemora un año más en el que la comunidad Los Angelitos II, en Nejapa, se vio soterrada tras un derrumbe de agua y lodo. Calles y viviendas se inundaron, y la preocupación e incertidumbre reinó en cada uno de los residentes.
Cuando el reloj marcó las 11:40 p. m., la lluvia intensa hizo que se desprendiera parte del cerro que tienen muy cerca de la comunidad. Con muy pocas probabilidades de salvar sus vidas, para los sobrevivientes consideran un milagro que aún pueden contar la historia.
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Conforme las horas pasaban, la probabilidad de que hubiera sobrevivientes disminuía. Cada uno de los familiares, al menos, pedían a Dios el poder encontrar el cuerpo de las víctimas. A pesar de las diferentes postales desalentadoras de la tragedia, hubo una persona que no fue encontrada.
Hasta la fecha se conoce como don Miguel, de quien se sabe que su cuerpo nunca fue encontrado ni por vecinos de la zona, tampoco por las autoridades que hicieron lo imposible por rescatar a cada una de las víctimas del deslave.
Alexander Torres, socorrista de Comandos de Salvamento en Nejapa, relató cómo se vivió esos momentos desde que se supo la noticia en horas de la noche.
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Senderos de la comunidad Los Angelitos II
Para algunos habitantes, recordar la fecha del 20 de octubre de hace tres años es hacer memoria de un antes y un después de lo que ocurrió. Doña María Luisa caminó por los senderos donde su casa se encontraba, hasta esa noche.
De un momento a otro, luego de 60 años de vivir en la zona, tuvo que dejar sus sueños y recuerdos en su memoria. Ahora, tres años después, solo esperan que no vuelva a ocurrir un hecho similar. Además, recuerdan seguir realizando obras de mitigación en el lugar.
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