Jason Gómez es un pequeño voluntario de Cruz Rosa Salvadoreña, de la seccional de Sensuntepeque, Cabañas. Con apenas seis años, ya tiene claro su objetivo de salvaguardar la vida de aquellas personas que lo necesitan en situaciones de riesgo, y que son ayudadas por instancias de primeros auxilios.
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¿Cómo inicia su proceso de voluntariado?
Sus padres forman parte del equipo de la seccional de Sensuntepeque, Cabañas, y explican que, desde que empezó a tener más razonamiento, el menor veía que ellos salían a brindar el servicio y mostraba mucho interés por acompañarlos. Desde ese momento, tuvieron la iniciativa de que el niño también emprendiera esta bonita labor de ayudar al prójimo.
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Por su corta edad, únicamente ha realizado tareas encaminadas a la prevención, por ejemplo, entrega de alimentos y abrigo a personas que viven las calles, un escenario que no pone en riesgo la vida de Jason.
Video/TCS/Reportaje Elaborado por: Ricardo Grijalva
En otras acciones, como atenciones de accidentes de tránsito, inundaciones o traslados, no participa, ya que son actividades que no están contempladas ni permitidas debido a que es menor de edad y no cuenta con las condiciones para ayudar. Sin embargo, por el momento, él se prepara a diario en casos que le permitan actuar en técnicas de reanimación y control de hemorragias.
Joselin Rodríguez es madre de Jason y voluntaria de Cruz Roja, explica que verlo con esta iniciativa la enorgullece, además de que le gusta que su hijo cultive estos valores y adquiera el compromiso de estar de inmediato cuando alguien más necesite de ayuda.
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Pequeño voluntario continúa preparándose
Aunque los estatutos de la institución establecen que la edad mínima para aprender es de 11 años, el niño sigue acompañando a sus padres, y espera participar en las actividades de rescate cuando su edad lo permita. Sin duda, son una familia con espíritu voluntario que prestan su servicio a la población.
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