Pasaron de decir “mi perro se comió mi tarea” a “mi perro se comió mis ahorros”. Esta pareja de Pensilvania quedó muy sorprendida al enterarse de que su perra Cecil, una goldendoodle de 7 años, se comió $4,000 que habían dejado en un sobre en la cocina con el que pagarían a unos trabajadores que instalaban una valla.
Según Clayton Law, uno de los dueños de Cecil, mencionó que fue en cuestión de 30 minutos en que desapareció el sobre con el dinero que acaba de sacar del banco. Después de ese momento, regresó y ya no lo vio en el sitio, nada más encontró pedazos de billetes en el suelo y, al lado, la adorable Cecil.
Luego de eso, Carry Law, la esposa de Clayton, comenzó a “Googlear” que se podía hacer al respecto. Los dueños contactaron al veterinario para descartar cualquier tipo de riesgo para la salud del animal, y le indicaron que, dada la talla de Cecil, bastaba con monitorear su comportamiento en casa.
Ese mismo día por la noche lograron recuperar pedazos de lo que algún día fue dinero mediante el vómito y heces del animal, lavando y uniendo como un rompecabezas cada parte de los billetes para poder ser recibidos y cambiados por el banco. Lo cual, después de mucho trabajo, consiguieron rescatar únicamente $3,550.
Por suerte, Cecil se encuentra bien de salud, y no ocasionó ningún daño para ella, a excepción del bolsillo de sus dueños. Días después de que la pareja compartiera la historia en su cuenta de Instagram, donde se hizo viral, brindo una entrevista para CBS Pittsburgh.
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