En el cielo de Alaska, el 15 de abril, apareció un fenómeno que confundió a los habitantes locales, y encendió las hipótesis en las redes. Pues se vislumbró una extraña nube o sustancia gaseosa con forma de espiral, donde se ven las clásicas y bellas auroras boreales.
Algunos lanzaron la hipótesis de que se trataba de una especie de portal a otra dimensión, y otros apuntaron que era un fenómeno espacial no identificado. Sin embargo, la respuesta al misterio no se halla más allá de la razón.
Pues se trataba, sin más ni menos, del combustible esparcido en el aire, producido por el lanzamiento de un cohete de SpaceX, parte de la misión Transporter 7. El cual se lanzó desde California cerca de tres horas antes de que entrara en escena el curioso fenómeno.
La espiral de Alaska
La captura fue hecha por el fotógrafo Todd Salat, seudónimo «Aurora Hunter«, quien colgó un video en cámara rápida, de una serie de fotos del avistamiento, en su cuenta oficial de Facebook:
«Aquí hay un vídeo de 30 segundos de TIME-LAPSE de fotos fijas que tomé mirando hacia el norte, en dirección a Delta Junction, Alaska, el 15 de abril de 2023. Justo antes de las 2 a. m.
Todo sucedió en un lapso de dos y medio minutos. Así que imagina esto viniendo hacia ti en una noche oscura y estrellada… ¡Fue tan Van Gogh!».
Según recogió el diario The Guardian, el físico espacial, Don Hampton, profesor asociado de investigación del Instituto Geofísico Fairbanks, de la Universidad de Alaska, explicó el suceso. Y puntualizó que se debe a que la gasolina líquida pasa a estado sólido:
«Cuando hacen eso a gran altura, ese combustible se convierte en hielo. Y si está a la luz del Sol, mientras estás en la oscuridad en el suelo, puedes verlo como una especie de gran nube y, a veces, se arremolina”.
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