Nuestro país ha tenido un proceso de urbanización más acelerado a través de los años, y es un fenómeno que no se puede desligar del incremento poblacional sostenido.
La Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples de 2022 (EHPM) reveló que El Salvador, para el año pasado, tenía una población total de 6,337,947 personas. De estos, el 61.7% habita el área urbana, y el 38.4% la rural.
En el 2010, en cambio, la cifra se situó en 6,181,405 habitantes. El 62.5% ocupaban el área urbana, y el 37.5% la rural.
Si bien no es una diferencia muy significativa (en un periodo de 12 años), se puede ver que la mayoría de la gente sigue ocupando zonas urbanas, y que sí hay una tendencia de crecimiento poblacional en términos totales, y no de disminución.
A continuación, una gráfica de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos que ejemplifica el crecimiento de la población de la zona urbana a través de las décadas:
Aumento de población urbana / https://www.transparencia.gob.sv/institutions/minec/documents/12874/download
En la actualidad, solo el área metropolitana alberga a 1,732,068 personas, el 27.4% de la suma total del país, según la EHPM.
Esto deriva en una mayor demanda de servicios básicos, y de igual forma, implica asegurar la garantía de ciertos derechos a más personas, como el de vivienda.
Población de San Salvador en aumento
San Salvador es el centro económico y político del país, pues allí se concentra la mayor cantidad de residentes y comercios. Para 2022, San Salvador tenía una tasa de 1,975 habitantes por kilómetro cuadrado.
Un informe de la CEPAL de 1991 estima que San Salvador habría cuadruplicado su población entre 1950 y 1980:
Crecimiento poblacional de S.S. / https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/35256/FILE%20%28147990%29_es.pdf?sequence=1&isAllowed=y
La urbanización y el problema medioambiental
Aquí es donde entran en escena los proyectos habitacionales, residenciales y urbanísticos. Dado que, si la población aumenta, se vuelve necesario albergarla en algún sitio. Y además, es común que, en torno a ella, se empiecen proyectos de centros comerciales y negocios, que terminan incidiendo sobre el terreno natural de la zona.
Sin embargo, el precio que más caro se paga es el del medio ambiente, pues muchos de estos procesos suelen hacerse en puntos boscosos, ecosistemas biodiversos, o zonas de recarga acuífera, con nacimientos de agua de los que dependen cientos de familias o especies.
Estos elementos, por supuesto, son claves para la conservación de la salud ambiental de una nación.
Una foto colgada por la cuenta de Historia de El Salvador, reveló cómo se veía en 1990 un área muy conocida en el país, la del redondel de las Naciones Unidas:
Y otra cuenta retomó la instantánea, pero comparándola con otra, donde se ve cómo luce hoy:
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