En este periodo de vacaciones, muchas familias empacan sus maletas con anticipación, listas para desconectarse de la rutina. Eso sí, disfrutar no significa gastar de más, con un poco de planificación, se puede vivir una gran experiencia sin desajustar el presupuesto.
Lo primero al planear unas vacaciones es tener claro un presupuesto realista, basado en lo que realmente se puede gastar y no en lo que se quisiera gastar. Para definirlo bien, hay que tomar en cuenta el destino, cuántos días durará el viaje y la cantidad de personas que van a participar.
Video / TCS. / Reportaje elaborado por: Claudia Martínez.
«Es importante que se consideren todos los gastos asociados, algunas personas piensan sólo en el costo de alojamiento y del transporte, pero a veces olvidan cosas como comidas, actividades, souvenirs o gastos imprevistos. En tal sentido, es recomendable hacer una lista completa para tener una visión clara de lo que se va a invertir en las vacaciones», resaltó el economista Roberto Morán.
Sin embargo, ahorrar no implica renunciar a la comodidad o a vivir buenas experiencias, sino tomar decisiones inteligentes.
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Los errores más comunes que elevan los gastos en vacaciones
A veces, pequeñas decisiones como reservar de forma apresurada, no tener un control diario del gasto o depender de las tarjetas de crédito, pueden hacer que los costos se disparen.
«Usar tarjetas de crédito puede ser conveniente, especialmente si se puede lograr puntos o recompensas por el uso de las tarjetas. Sin embargo, es muy importante ser cautelosos, dado que hay que pagar el saldo final completo al finalizar el mes, de no hacerlo, se corre el riesgo de que puedan acumularse los intereses rápidamente. Lo ideal en este caso, es usar las tarjetas de crédito de manera responsable y asegurar que se puedan cubrir todos los gastos en que se incurran», subrayó Morán.
Disfrutar de unas vacaciones no tiene por qué ser costoso; la clave está en planificar, anticipar y ajustar las expectativas a la realidad económica de cada familia.