Tras casi 10 años sin brotes, autoridades sanitarias de Oregón, Estados Unidos, confirmaron un caso de peste bubónica. La también conocida como peste negra, se detectó en el paciente y se sospecha que la persona contrajo la enfermedad a través del gato que tenía por mascota. La enfermedad azotó a Europa en el siglo XV, provocando la muerte de alrededor de 50 millones de personas.
Este es un padecimiento infeccioso causado por una bacteria que, generalmente, permanece en los animales. Esta puede manifestarse de diferentes formas en las personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el periodo de incubación es de 1 a 7 días para empezar a notar síntomas.
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Algunas de las señales que se presentan son fiebre, dolor de cuerpo y ganglios inflamados. Sin embargo, también puede manifestarse de forma mucho más silenciosa como septicemia, lo que significa que la bacteria se extiende por todo el tiempo. Además, puede haber complicaciones serias como fases neumónicas que afectan principalmente los pulmones.
A partir de esto, el infectólogo Ernesto Navarro Marin declaró que si estos síntomas no son tratados, el fallecimiento de la persona es inminente. Esto debido a que existe un riesgo de mortalidad del 90% en la peste bubónica, número que alarma en gran manera e impulsa a conocer mejor las señales de esta.
¿Existe cura para la peste negra?
La cura se trata de antibióticos, ya que es una bacteria que es sensible a varios de estos. Es posible que la enfermedad se llegue a curar si se empieza el tratamiento a tiempo y se es constante en el mismo, como todas las enfermedades infecciosas. Una vez controlado el paciente y aislado apropiadamente, no hay mayor alarma de transmisión de la enfermedad. Sin embargo, las precauciones sanitarias son fundamentales para esto.
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