Una larga espera terminó para Rafael. Finalizó el sufrimiento, las noches de desvelo, el calvario de verse cada día más cerca de morir por su obsesión con el alcohol y la mala alimentación, conocido cariñosamente por su familia como «Lito«.
María Tereza, madre de don Rafael, nos comenta que permaneció 35 años viviendo en la calle. Ella pedía cada día un milagro para volver a encontrar a su hijo.
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De pronto, sucedió. En el año 2020, por medio de una nota periodística, su madre se enteró dónde podía encontrarlo. Relata que ella se encontraba viendo la televisión, cuando él (Rafael) mencionó su nombre y ella, por su instinto innato de madre, lo reconoció de inmediato.
Asegura que no supo cómo reaccionar en su momento. Sin embargo, en un intento por recuperarse del estupor, comenzó a llamar a sus nietos, para que fueran por él y lo rescataran de la zozobra.
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Una vez juntos, su mamá buscó la forma de asearlo. En un inmenso acto de amor, portando las vestimentas que cargó por años, lo bañaron.
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Don Rafael, un testimonio de vida
Actualmente, don Rafael tiene 87 años de edad. Día con día se dedica a colaborar en las cosas de la casa. Barre, le da de comer a unas gallinas, y también disfruta de estar sentado en la hamaca y leer la Biblia. Él mismo aseguró que fue Dios quien lo sacó de la vida en la que se hundía.
Su madre aseguró que ha pasado tres años desde el reencuentro, en los cuales ha debido seguir con su recuperación. Recordó que en el primer mes que su vuelta a casa, se agravó por un problema estomacal. Tereza pensó que era por algo que traía de la calle. Por fortuna, poco a poco se recuperó.
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Ahora reconoce que su misión es ayudar a su mamá, y que si Dios lo sacó de la vida que llevaba, era porque tenía que cuidar de la persona que le dio la vida.
