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El combinado asiático fue mucho mejor
En medio de un lleno hasta las banderas en el Estadio Toyota, Japón superó (6-0) a El Salvador en una muestra de cátedra sobre cómo se juega el buen futbol. Verticalidad, desborde y, sobre todo, una idea de juego bien cimentada.
La Selecta, que hizo madrugar a todos sus seguidores, inició el cotejo con la mayor de las disposiciones. Pero todo se vino cuesta abajo apenas al minuto de juego cuando cayó el primer tanto. El encargado de abrir el marcador fue Shogo Taniguchi con un testarazo.
En un abrir y cerrar de ojos, el segundo estaba puesto sobre la mesa. Ayase Ueda le robó el esférico Ronald Rodríguez, quien no tuvo más que frenar a su rival para evitar el mano a mano.
El silbante señaló pena máxima y expulsión para el zaguero de Águila. El propio Ueda se encargó de cobrarlo de gran manera y poner el segundo apenas al minuto 4.
Otro fallo defensivo desembocó en el tercero. Mala salida del tigrillo Bryan Landaverde que provocó que el esférico llegara a los pies de Kaoru Mitoma. El centrocampista del Brighton cedió para que Take Kubo le pegara de primera. Nada que hacer para el guardameta albo Mario González.
La primera parte de sufrimiento cerró con la anotación de Ritsu Doan, quien cazó un rebote que hizo González luego de atajarle un trallazo a Mitoma. Así llegó el cuarto.
Los Samuráis Blue bajaron revoluciones en el segundo tramo, pero les fue suficiente para poner la cereza a su pastel. Keito Nakamura y Kyogo Furuhashi colocaron el quinto y sexto, respectivamente.
La Azul y Blanco se enfrentó a un rival de cuál tiene mucho que aprender.
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