El empleado de un hotel en el noroeste de China se llevó el susto de su vida, pues cuando despertó de su siesta se encontró con un enorme oso pardo cerca de su cama. La inusual visita quedó registrada gracias a la cámara de seguridad de local y se la compartimos a continuación:
Video/TCS.
Tal como se aprecia en la grabación, el animal logró abrir la puerta y se acercó hasta la parte trasera del mostrador, justo donde se encontraba una cama improvisada en la que estaba acostado el hombre, quien se encontraba profundamente dormido hasta que sintió que alguien tocaba su cama y, al abrir los ojos, se dio cuenta de que se trataba de un oso.
Encuentra lo más relevante del acontecer nacional en TCS Ahora, como: «No entiendo cómo ocurrió algo así»: Vecina de esposos asesinados
Tras quitarse las sábanas de encima, logró moverse de forma sigilosa e incluso se observa que toma un teléfono celular, probablemente para dar aviso a las autoridades correspondientes. Lo que sí es digno de admirar es que pudo contener los nervios y escapar de una situación que pudo haber sido muy peligrosa.
Según datos de la red ecológica europea Piro Life, dicha especie se extiende por Norte-América, Asia y Europa. Además, en la actualidad quedan unos 200,000 osos pardos en el mundo.
Te podría interesar: Grecia ordena más evacuaciones por incendios forestales
Otro hecho similar: Fotógrafo logró ahuyentar a un enorme oso
Una escena de película fue la que experimentó un fotógrafo en Alaska, Estados Unidos, cuando un enorme oso pardo corrió hacia él para intentar atacarlo. Sin embargo, la reacción del hombre fue tratar de enfrentarse al animal salvaje con el fin de ahuyentarlo y, por suerte, lo consiguió.
Video/TCS.
El inusual encuentro quedó registrado a través de un video que circula en las redes sociales y logra observarse cuando el gigantesco animal corrió y se dirigió hacia el fotógrafo. El sujeto, en lugar de mostrarse asustado, lo persiguió para espantarlo y vaya que lo logró.
Ante una situación similar, los expertos recomiendan mantenerse tranquilo, es decir, no correr ni gritar. Si un individuo hace esto último, los osos lo entenderán como una amenaza y tratarán de defenderse.
