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viernes, 22 noviembre, 2024

«Vivimos en la orilla de un barranco»: Silvia Hurtado

Silvia Hurtado y familiares suplican la ayuda de salvadoreños, ya que, al ser desalojados, han tenido que buscar un lugar nuevo donde vivir.

En el espacio de apoyo a la comunidad de Noticias 4 Visión, “Voces de ayuda”, te contamos cómo la vida de la familia Hurtado ha cambiado en un abrir y cerrar de ojos.

Ellos, han tenido que construir de manera improvisada una casa con telas y láminas, debido a que hace unos días fueron desalojados de donde residían.

Ante esta situación, ahora viven a la orilla de una quebrada, exponiéndose a todo tipo de contaminación y peligro.

“Antes de estar en este lugar vivíamos en otro lado, y nos quitaron. Ya no tenemos a dónde ir, ya que, donde ahora vivimos, es un poco peligroso por los niños.”, dijo Silvia Hurtado.

Imagen: TCS

La familia no cuenta con ningún tipo de servicio básico. Doña Silvia se dedica a lavar ajeno y su hija a limpiar parabrisas. Afirman que con lo poco que ganan es para poder sobrevivir con algunos alimentos.

“Somos madres solteras. Cada una se dedica a trabajar, pero con lo que ganamos, no tenemos una accesibilidad para alquilar un cuarto”, alegó Hurtado.

¿Cómo ayudar?

La familia reside en la comunidad Los Próceres, Mejicanos, y con mucha angustia y desesperación solicitan una mano amiga de buen corazón para tener un lugar digno donde vivir.

Las necesidades básicas que necesitan son:

  • Ropa
  • Láminas
  • Calzado
  • Víveres

Si quiere ver el reportaje completo, se lo compartimos a continuación:

Video/TCS

Caso similar

La familia Martínez, por falta de ingresos económicos, no pudieron pagar la vivienda que están habitando, por lo que la propietaria del domicilio decidió desalojarlos.

“Esta decisión no se la deseo a nadie. En muchas ocasiones, por nuestra situación económica, a veces comemos y otras no”, expresó Gladys.

Por su parte, Ronald explicó que su madre se gana la vida planchando y lavando. Sin embargo, él realiza trabajos eventuales para poder llevar el pan diario a casa. 

“Tengo seis meses sin tener trabajo, y muchas veces los trabajos son temporales. No alcanza el dinero para poder pagar la vivienda”, acotó Ronald.

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